
Órices, gacelas, impalas, antílopes, ovejas salvajes e íbices figuran entre las especies más amenazadas. Todas ellas son víctimas de la expansión de la actividad humana y especialmente de los cazadores en busca de un trofeo selecto. Algunas especies prácticamente han desaparecido en estado salvaje. Sin embargo, se han creado programas de protección y reintroducción en todo el mundo para salvarlas de la extinción.

