
En el Aeropuerto Jorge Chávez, situado en Lima, Perú, todo puede suceder. La Policía Antidrogas deberá detectar estupefacientes hábilmente escondidos en el equipaje, cargamentos ilegales escondidas en bloques de metal e incluso mujeres que arriesgan sus propias vidas para transportar cocaína en sus organismos.

