
La tan esperada noticia sobre el fin de la guerra llega a Brwinów, Polonia se independiza. Stanisaw recibe un gran pedido de carpintería de las monjas. En el convento conoce a una diminuta pupila de la hermana Alberta, Lucía. Andzia conoce a un joven ferroviario, Radomir. A los hijos de Wadzia les resulta difícil llevar los secretos familiares: Florian se escapa al alcohol, Ignacy a la oración y sueña con estudiar en un seminario teológico.

