
Después de escuchar a los especialistas, Kirsten acepta hacerse la cirugía de bypass gástrico. Los médicos se la recomiendan y le han hecho comprender que es la única solución a la vista para detener el aumento progresivo de su peso. Por su parte, Michael lucha por adelgazar, pero como no lo consigue vuelve a tener ataques de ira y descarga toda su bronca contra sus seres queridos.

