
El 6 de diciembre de 2012, el cuerpo sin vida de Jean Aprin fue encontrado en su viñedo de La Roquebrussanne. El forense enviado al lugar concluye que se trata de un accidente, pero el olfato de Gilles Valdan no se detiene. En realidad, el policía local se da cuenta de que está ante el caso más sorprendente que jamás haya visto el pequeño pueblo de Var, un terrible complot familiar.

