
La jueza le pide explicaciones a Yahima, quien desea que su hija abandone la casa. Su argumento es sencillo y contundente: asegura que la joven es una adicta al chocolate y que eso la lleva a robarle dinero a escondidas para comprar cada vez más y más. En el siguiente caso, Natalia explica que su heredera es autista y en una fiesta tiró al piso, sin querer, al bebé de Elena, quien pretende demandarla.

