
Gracias a la vigilancia de Kovárs, la policía logra encontrar a la joven Rychtera y vincular así el caso del juez Matula asesinado con el secuestro de Kovárová. Ambos casos tienen un denominador común y ese es Klíma. Un desempleado de Brno que disparó al juez Matula y luego se suicidó en la sala del tribunal. Según el testimonio de Rychtera, Klíma es probablemente también el hombre que sacó a Kovárová de la discoteca y está detrás de su secuestro.

