El 18 de mayo de 2001, la policía y los bomberos acuden a una propiedad en Saint-Jacques-sur-Darnétal, una pequeña ciudad de Normandía. Un vecino les avisó de que un granero estaba en llamas. Cuando llegaron, descubrieron el cadáver de un caballo y, en la parte trasera del edificio, un cuerpo humano carbonizado tumbado boca arriba. ¿Quién es esta víctima? ¿Y cómo murió? La policía sabe que el tiempo apremia, porque en una investigación, las primeras horas suelen ser decisivas.