
Don Roque escucha gritos extraños y cree que se trata de un fantasma, Pedro le dice que seguro es porque hay un tesoro enterrado bajo el edificio. Alejandra quiere integrarse a una banda, pero los integrantes la engañan para que los deje ensayar en su casa y ella los golpea a todos. Pedro convence a los vecinos que deben buscar el tesoro enterrado y comienzan a destruir el piso del edificio.

