
A Chris le encanta la comedia pero sobre todo, los monólogos. Una noche, cuando se suponía que tenía que estar durmiendo, sus padres estaban escuchando chistes verdes y el al bajar él termina escuchándolos también. Luego, descubre que todo el mundo se ríe con los chistes que aprendió y se siente superior, al ser el centro de atención, pero el asunto de los chistes se le sale de las manos.

